miércoles, 9 de mayo de 2012

EL CAMINO SIEMPRE ES NUEVO Y DISTINTO

El Camino siempre es nuevo… siempre es distinto… y que cada uno tiene una experiencia en función de su momento vital… Tengo la sensación de que este Camino, como los anteriores que he recorrido, me ha transmitido lo que más necesitada en este momento de mi vida... Porque el Camino y sus vivencias son personales e intransferibles, aunque los lugares, los paisajes, las anécdotas y las jornadas sean compartidos. Muchos peregrinos comentan que el Camino es como la vida… y no es una simple frase hecha. Es una experiencia vital única que nos separa de nuestras seguridades, que nos enfrenta a nuestros miedos, que nos empuja a mirarnos dentro y que nos pone delante mil y una metáforas de lo que cotidianamente vivimos: disyuntivas, decisiones, apuestas, intuiciones, imprevistos, debilidades, decepciones, inconvenientes, sufrimientos, cambios de planes, regalos inesperados, soledades, risas, llantos, falta de motivación, emociones, tristezas, alegrías, promesas… Todos hemos experimentado cómo una misma situación no es interpretada y acogida de igual manera por todos. Hay personas que tienen la capacidad de adaptarse, de aceptar, de aprender e incluso de apreciar el lado positivo de las situaciones más desfavorables… y, por el contrario, hay otros que pueden vivir momentos absolutamente placenteros y agradables en la queja, en la angustia y hasta en el enfado. Uno afronta el Camino y sus etapas con unos objetivos más o menos prefijados… y luego acaban sucediendo mil cosas que alteran los planes… Una lesión, adversidades climatológicas, un árbol desplomado en mitad del sendero, alguien que se cruza en tu camino, un paisaje bonito, una playa, el cansancio… El peregrino se topa con mil y un motivos para alterar su camino: puede seguir, sin apenas pararse, solventando los inconvenientes, con su objetivo fijo en la cabeza… puede dejarse llevar totalmente por los acontecimientos… o puede amoldarse, posponer momentáneamente sus planes y retornar a ellos cuando sea posible. Pero es que en la vida cotidiana sucede igual. La frase “el hombre propone y Dios dispone” lo refleja claramente: nos marcamos objetivos a largo plazo, hacemos planes, nos vemos envejeciendo con alguien concreto, jubilándonos en esa empresa o viviendo en aquella ciudad… y luego la realidad lo cambia todo… Y, si nos quedamos anclados en la queja infantil de quien ha visto cambiados sus planes, nos perderemos mil y un regalos, mil y una maravillas… Siempre he pensado que en el Camino nada es casual… probablemente, en la vida cotidiana tampoco lo es… Si uno está atento a las señales, puede encontrar respuestas, sentido, motivos, claves para seguir caminando… Dudas y, de repente, surge la respuesta aparentemente de la nada: alguien que se cruza en el camino y te comenta algo que parece no tener mucho sentido, una simple intuición, una fuente, una nube, un bar, otro peregrino… Y todas y cada una de esas señales son una muestra de lo muy amados que somos, de cómo el buen Dios cuida de todos nosotros, de que hay mucha gente de buena voluntad, de que la inmensa mayoría estamos encantados y dispuestos a ayudar… Esa es otra de las grandezas del Camino: que nos presenta a todos sin clichés, sin prejuicios… El peregrino que pide apoyo no da a cambio más que su gratitud, el que ofrece cobijo, agua, un café o indica el sendero correcto no pide nada… Ayuda desinteresada, gratitud total… Una experiencia personal única y absolutamente enriquecedora, una ruptura con nuestros clichés y nuestros corsés, un estupendo ejercicio de interiorización y de apertura al mundo y a los demás… eso es el Camino de Santigo… Nada más y nada menos…

miércoles, 2 de mayo de 2012

CAMINO PORTUGUES

Queridos amigos, Nos vamos de peregrinación a Santiago por la ruta del Camino Portugues. Somos unos amigos que compartimos las ganas de caminar y disfrutar de la ruta que lleva a